Vermut

El Vermut Desde 1937

Ya era bien habitual en 1937 el consumo de vermut en la sociedad española. Existía una tradición heredada de Italia, pero estaba considerada una bebida elegante, moderna, muy europea y destinada a las clases altas.

La inquietud y el espíritu pionero de Martínez Lacuesta nos lleva a elaborar el primer vermut riojano conocido. Con actitudes como esta, enseguida comenzó a ser mucho más popular, sedujo de forma rápida a los consumidores y muy especialmente a las mujeres. Prácticamente de forma inmediata se establece la hora del vermut.

Siendo como es una bebida tan simple como compleja, muy pronto se vio la necesidad de diferenciarse unos de otros creando una fórmula propia, que en esta casa siempre se ha conocido con el nombre de conzia, sin que prácticamente lo hayamos oído en otro lugar.

Pero Martínez Lacuesta va más allá incluso desde sus orígenes y desde el primer momento selecciona parte de sus mejores vinos para elaborar un vermut que siempre ha contado con el agrado de quienes lo prueban.

Laokin Bocetos propuestos por el famoso ilustrador en 1937 para las etiquetas del Vermut Rojo.

Evolución Hasta nuestros días

Si cualquier producto, cualquier bebida, está sujeta a los caprichos de la evolución, el vermut quizá todavía más. El vermut Lacuesta se ha ido adaptando tanto a esa necesidad como a los nuevos gustos de un consumo siempre ligado al disfrute y el esparcimiento.

Otra vez, Martínez Lacuesta encabeza una revolución. En 2005 pone a la venta el primer vermut Reserva, con una crianza en barrica de 7 meses. De esta forma, se dignifica el vermut, se extrae de la creencia popular el rumor de que se elabora con los peores vinos y, sobre todo, se le da un valor añadido al producto, con un bello color, tostados únicos y gran complejidad aromática. Todo ello, desconocido hasta entonces en el mundo del vermut.

Con el paso del tiempo, Martínez Lacuesta elabora también vermut criado en barrica de acacia y otro más, de Edición Limitada, que pasa alrededor de 14 meses en barrica de roble. La revolución del vermut ya estaba aquí. Y Martínez Lacuesta se iba a encargar de contarla.

Modo artesanal Elaboración

El vermut que Martínez Lacuesta elabora de forma artesanal es una bebida que parte del vino blanco. El proceso se inicia con la maceración de diversas hierbas y plantas aromáticas hasta obtener ese sabor característico que lo hace ideal como aperitivo o como ingrediente principal en coctelería. Curiosamente en nuestra familia esa fórmula se conocía con el nombre de conzia sin que tengamos claro cuál es el origen de este término que rara vez hemos escuchado fuera de nuestros orígenes.

El vermut Lacuesta posee dos rasgos que lo hacen único: su fórmula propia que incorpora plantas y hierbas aromáticas de muy diversa procedencia, y su proceso de envejecimiento en barricas de roble francés que lo diferencian de otros y lo hacen excepcional.

Nuestro Vermut

Nuestra gama de vermuts constituye un recorrido desde las elaboraciones más tradicionales a la revolución que supuso su envejecimiento en barrica. Partiendo siempre de los mejores vinos y perfeccionando la fórmula, los vermuts de Martínez Lacuesta son una muestra de finura y elegancia y van destinados a cumplir su principal cometido: proporcionar agradables momentos en compañía.